La trayectoria atlética de Eilish McColgan es un testimonio de resiliencia, tradición familiar y una incansable búsqueda de la excelencia. Nacida en Dundee (Escocia), Eilish creció inmersa en el mundo del atletismo de élite, entrenada por su madre, Liz McColgan, quien también ha sido campeona del mundo.

Saltó por primera vez a la escena mundial en los Juegos Olímpicos de Londres de 2012, estableciendo el récord escocés en los 3000 metros con obstáculos. Tras una dura lesión, se volcó a las carreras planas, una transición que puso de manifiesto tanto su determinación como su versatilidad. Eilish llegó a la final de los 5000 metros en Río 2016 y volvió a competir en Tokio 2020, replicando el triunfo de su madre en esa misma ciudad tres décadas antes.

El 2022 fue un año decisivo para su carrera. Eilish ganó el oro de la Commonwealth en los 10 000 metros, batiendo el récord de los juegos, y estableció múltiples récords nacionales en todas las distancias. Batió el récord británico de los 10 000 metros, se adjudicó la mejor marca europea en las 10 millas y también ostenta el récord británico en los 5 km y la media maratón, lo que la ha consagrado como una de las mejores corredoras de larga distancia del Reino Unido.

Más allá de sus actuaciones en la pista, Eilish es una voz de peso en el mundo del deporte, que aboga por la salud mental, la positividad corporal y la visibilidad de las atletas femeninas. Comenzó a colaborar con Shokz en 2019 y recientemente se reincorporó al equipo de Shokz para seguir siendo una fuente de inspiración, tanto por su desempeño como por sus principios.

La carrera profesional de Eilish encarna el espíritu de la perseverancia y la evolución: lleva adelante el legado familiar al tiempo que abre su propio camino con gracia, determinación y un talento innegable.