Conner Mantz nació en Utah en 1996 y siempre se sintió inspirado por sus padres. Su padre comenzó a correr cuando Conner tenía 9 años, y él quiso seguir sus pasos.

Disfrutaba corriendo y descubrió que tenía talento para ello. A los 12 años completó su primera media maratón. Quería correr una maratón completa, pero le aconsejaron que esperara hasta después de haber competido en el instituto o la universidad. En el instituto tuvo éxito en el atletismo, obteniendo el primer puesto en dos campeonatos nacionales. Después de graduarse en el instituto, se tomó dos años sabáticos para servir como misionero de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Ghana. Tras regresar a Estados Unidos en 2017, estudió ingeniería mecánica en la Universidad Brigham Young.

Durante este tiempo, compitió en los equipos universitarios de campo a través y atletismo: ganó dos campeonatos individuales de la NCAA (2020, 2021) y otro como parte de un equipo (2019), obteniendo diez veces el reconocimiento All-American (los mejores atletas universitarios de EE. UU.). Tras la temporada de cross country de 2021, decidió dedicarse al atletismo profesional y ganó su primer campeonato nacional dos semanas después de su última competición universitaria.

Siempre había querido correr la maratón, y en 2022 debutó en la de Chicago, la que completó en 2 horas, 8 minutos y 16 segundos, logrando el segundo mejor debut de un estadounidense en la misma. Desde entonces, ha ganado prestigiosas pruebas; entre ellas, la Bolder Boulder 10k de 2023 y 2024, la maratón de las pruebas olímpicas estadounidenses de 2024 y otros campeonatos nacionales en ruta. En 2024 participó en los Juegos Olímpicos de París, donde logró el mejor tiempo jamás registrado por un estadounidense en una maratón olímpica, con un tiempo de 2 horas, 8 minutos y 12 segundos, y terminó en octavo lugar. También compitió en la maratón de Nueva York de 2024, donde terminó sexto.

En 2025 dio un gran salto en el mundo del atletismo al terminar la Media Maratón de Houston de 2025 con un récord estadounidense de 59:17. Luego, superó esa marca en la Media Maratón de Nueva York unos meses después (59:15). En la Maratón de Boston de 2025, consiguió establecer la segunda marca jamás lograda por un estadounidense en una maratón, finalizando en cuarto lugar con un tiempo de 2 horas, 5 minutos y 8 segundos.

"Cuando recorres miles de kilómetros por carreteras y caminos, la seguridad es un factor fundamental. El diseño Open-Ear y la tecnología de conducción ósea de Shokz me permiten escuchar música sin dejar de estar atento a lo que sucede a mi alrededor".